Según explica Blas Antonio de Ceballos en una obra titulada 'Flores del yermo, pasmo de Egipto, asombro del mundo, sol del occidente, portento de la gracia: Vida y milagros del grande San Antonio Abad', (Madrid, 1779), la costumbre de pintar a los pies del santo un cerdo es una tradición antigua instaurada a raíz de la curación por parte del santo de un cebón en Cataluña.
"El poner a sus pies un animalillo de cerda se tiene por tradición antigua, los catalanes fueron los primeros que le pintaron así, a quienes imitaron todos hasta hoy, por haber curado milagrosamente el santo en Barcelona un ceboncillo cojo y contrahecho recién nacido", explicaba ya De Ceballos en el siglo XVIII.
En todo caso, según apunta el etnólogo Joaquín Díaz, otros autores dicen que es para enseñar a los rústicos la devoción que deben tener a San Antonio Abad, pues cura y preserva de la muerte a sus ganados.
CASTROJERIZ, LOS ANTONIANOS Y EL COCIDO
En España, las semillas de esta tradición brotan en la localidad de Castrojeriz (Burgos), donde se encuentran las ruinas del convento de San Antón, que habitaron los Antonianos a comienzos del primer milenio.
La Orden de los Antonianos fue fundada en el Delfinado francés en 1093 y en España se fundaron dos Preceptorías Generales, una en Castrojeriz y otra en Olite (Navarra). Alfonso VII fue el encargado de fundar en 1146 la encomienda de Castrojeriz, un paraje donde los Antonianos se asentaron con la finalidad de atender y proteger a los peregrinos. La Orden fue suprimida en España en 1787 por Pio VI.
El Convento de Castrojeriz pasó a manos privadas con la desamortización de Mendizábal y en la actualidad, los restos del monasterio están alquilados al presidente de la Asociación Hospital de Peregrinos de San Antón, Ovidio Campo, que lo ha reconvertido en un refugio para peregrinos a la vieja usanza.
Después de más de 200 años sin culto ni actividad religiosa, el 17 de enero de 2003, la Asociación organizó dentro de las ruinas, una misa con motivo de la Festividad de San Antón en la que participaron cerca de 40 personas a pesar de la incesante lluvia. Y lo que comenzó siendo algo improvisado, se convirtió en tradición y desde entonces, cada 17 de enero se celebra la eucaristía, a la que han llegado a acudir más de 300 personas, y se prepara un cocido montañés.
Asimismo, cada año han ido recuperando tradiciones de los monjes antonianos, como la bendición de animales, las cruces tau --como aquellas que los hermanos llevaban en el pecho del hábito negro--, las campanillas y los panes de San Antón. Además, las bendiciones se realizan según el Ritual de la Orden de San Antón.
ROCIADOS CON AGUA BENDITA
Mientras tanto, decenas de parroquias de otras diócesis españolas abren sus puertas a todo tipo de animales para mostrar el interés de la Iglesia por acompañar los trabajos de los hombres --al principio se llevaba a bendecir a los animales utilizados en el trabajo--, así como para mostrar que toda la naturaleza, incluidos los animales, son "una bendición de Dios".
Así lo hará la Iglesia de San Antón de Madrid que, hasta el año pasado solo abría sus puertas con motivo de esta fiesta pero que desde marzo de 2015, cuando se puso en manos del fundador de Mensajeros de la Paz, el sacerdote Ángel García, está de guardia las 24 horas del día. El propio cura será quien esparcirá el agua bendita sobre los animales.
"La bendición de todos los animales se hace el domingo. Es la más sencilla: 'En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo'. Y se les rocía con agua bendita", explica el padre Ángel a Europa Press, al tiempo que añade que se trata de una tradición "muy bonita" que se celebra desde hace años en Madrid.
En otras parroquias de España, sin embargo, son los feligreses con más experiencia los que intentan rescatar con sus recuerdos la tradición que hace años también se llevaba a cabo en su iglesia. Así ocurre en la parroquia de la Inmaculada de los Capuchinos de Granada. "Los más ancianos nos están recordando lo que se hacía hace más de diez años", cuenta uno de los sacerdotes.
En todo caso, la tradición se seguirá perpetuando en otras como la parroquia de San Pablo en Zaragoza, donde la Muy Ilustre y Piadosa Hermandad de San Antonio Abad organiza una Misa, una procesión con el santo a hombros y la bendición de animales. De esta forma, honran a este santo del siglo III que nació en Egipto y que, tras perder a su padre, vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró al desierto para vivir como un ermitaño.
Asimismo, en muchas parroquias los animales participarán en las conocidas como 'vueltas de San Antón', un desfile de mascotas que en Madrid comenzará a las 17,00 horas y recorrerá las calles adyacentes al templo. Estas vueltas a los templos tienen su origen, según De Ceballos, en la devoción de los fieles por los beneficios recibidos y por los que esperan obtener por la intercesión del santo.
Una ruta une las Cuatro Villas de Amaya con cuatro centros de interpretación, situados en las localidades burgalesas de Castrojeriz, Melgar de Fernamental, Sasamón y Villadiego, con el propósito de mostrar la gran riqueza histórica y cultural del territorio y de su singular paisaje y en el disfrute del medio rural mediante la realización de actividades. Cada emplazamiento propone una temática específica vinculada con su historia, su cultura o tradición y estimula la circulación de una villa a otra por medio de un plan de información y herramientas de marketing que buscan la prolongación de la estancia y una mayor participación y satisfacción del turista. En definitiva, un proyecto que “abre un nuevo horizonte para toda esta zona”, según apuntó la consejera de Cultura de la Junta, Josefa García Cirac, en la inauguración ayer de los dos primeros centros, tras una inversión de 3,9 millones de euros, aportados por el Gobierno central, la Administración regional y la Diputación de Burgos.
Los dos primeros centros de interpretación puestos en marcha dentro de la ruta son el de Sasamón y Villadiego. Uno dedicado a la vida cotidiana en la Edad Media, ‘Medievum’, donde el visitante puede conocer cómo se vivía en esta etapa de la historia y cómo eran las costumbres de los vecinos de la comarca, así como su forma de vestir o sus hábitos. Entre otras cosas, las personas que se acerquen a Sasamón intentarán solucionar problemas geométricos, conocer las herramientas de los canteros, mostrar sus habilidades construyendo arcos con una cimbra y grandes bloques de madera para que no se caigan al retirar el armazón.
El otro está dedicado al mundo del cómic ‘Fabulantis’, donde los amantes de los tebeos de toda la vida encuentran algunas piezas inéditas, junto con ejemplares de distintos puntos del mapa. En este centro, los niños son los protagonistas y realizan actividades y juegos enfocados a expresarse a través del dibujo y la ilustración, con muchos elementos multimedia que permiten a los más pequeños jugar y dibujar en grandes pantallas táctiles, visualizar aventuras o entrevistar a Ángel Pardo, el famoso dibujante de la serie del Capitán Trueno que vivió en Villadiego.
Pendiente de inauguración queda el centro de Castrojeriz, ‘Iacobus’, que está dedicado al Camino de Santiago, como no podía ser de otra manera en uno de los puntos clave de la Ruta Jacobea. En este emplazamiento se conocerá qué empuja a tantas personas a realizar el trayecto en la actualidad y en el Medievo, así como las leyendas más importantes. En Melgar, ‘Pisórica’, abordará la relación del ser humano con el Río y una escuela de pescadores con actividades relacionadas con el montaje de aparejos, diseño y preparación de señuelos o tipos de cañas. Todo ello en dos espacios muy distintos.
"Somos líderes en turismo rural y con este proyecto vamos a impulsar el medio rural creando un producto de turismo familiar", señaló la responsable regional, que estuvo acompañada en la inauguración por la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, y el presidente de la Diputación provincial, César Rico, además de otras tantas autoridades de la zona. Borrego puso como ejemplo a Castilla y León en el liderazgo del turismo de interior. Rico anotó que este es “un proyecto complejo que busca atraer al público familiar con cuatro proyectos unidos por el hito de la Peña Amaya”.
El Plan de Competitividad de Producto Turístico ‘Ruta cuatro villas de Amaya’ fue aprobado por la Conferencia Sectorial de Turismo el 9 de diciembre de 2008 y entró en vigor mediante convenio de colaboración firmado el 28 de octubre de 2009 entre Turespaña, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Burgos y la Federación Provincial de Hostelería de Burgos.
El planteamiento es que cada villa y Amaya puedan funcionar como microdestinos en sí mismos pero trabajando para la ruta tematizada y especializada, prescribiendo una a otra, si bien dejando al turista o excursionista la libertad de componer, en función de sus mejores intereses, su propia ruta de las Cuatro Villas de Amaya.
Fiestas en Honor a Nuestra Patrona Virgen del Manzano
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